Suerte con eso

Alguien acaba de entrar y no soy yo. Esta vez, tampoco soy yo. No es que vaya a perder la esperanza tan fácilmente solo por una seguidilla ininterrumpida de fracasos. Aunque creo reconocer el vector. No sé qué tanto pueda hacer esta vez al respecto. Pero tampoco tengo opción. Vuelvo a agarrar el toro por las astas y me percato de nuevamente estarme boicoteando. Ya no me sorprende, pero no sé por cuánto tiempo lo pueda seguir soportando. Necesito progresos. 

Sé que esto suena a una nota suicida, pero juro que es solamente un pequeño diario. Si pensara en suicidarme, dejo asentado, lo contaría en otro Post-it. De hecho, escribo esta para darme ánimos porque en el fondo estoy seguro que esto en algún momento quedará en el pasado y entonces el presente sea mucho más confortable. Por alguna razón que pareciera saber pero no reconocer, no soy en lo absoluto capaz de ser yo ahora mismo. Por lo menos no en plenitud. De esto hace rato, y a veces pienso que cada vez estoy un poco más lejos. Entonces, está siendo hace rato el momento de poner un freno. Marcarle la cancha a la vida y por una vez lograr que no me vengan todos los toros encima solo a mí. Tengo una abultada lista de tareas para mi día que nunca logro cumplir. Quizá debería ser menos ambicioso y contentarme con menos logros. Total jamás llegaría. Probablemente eso sea más estimulante, fallar por menos. Ahora, en este asunto sí que hay algo llamativo y es que alguna fui capaz de estar en mi lugar. Es una especie de nostalgia un poco revitalizante. Me recuerdo mucho más capaz que ahora, pero un poco más testarudo también. Quizá sea como una especie de órbita en la que me encuentro y entonces solamente necesito esperar porque eventualmente pasaré por mí mismo en una suerte de solsticio. Pero a esta altura creo es hora de empezar a probar otras opciones. La primer medida será re organizar mis expectativas. Pero para esas cosas hace falta esperar a un lunes y estamos recién a martes. Mientras tanto, tengo tiempo de probar otras cosas. Cien nuevas formas de no hacer nada, doscientas cincuenta y tres excusas para perder el tiempo, algo por el estilo. Si aunque sea pudiera somatizar eso, me sentiría un poco más orgulloso. No sé si debería empezar a preocuparme por aquel que acaba de entrar. Yo me estaba esperando. Debo estar retrasado por alguna cuestión. Parece estar un poco apurado. Entonces pienso que ya que hay alguien acá puedo dejar de esperar y ser ese. Así no tendría que seguirme esperando indefinidamente. Creo que ya lo decidí. Pienso que todo este tiempo existió la posibilidad de que en realidad no esté llegando de lejos, sino simplemente parado del otro lado de la puerta sin querer entrar. Ensayando lo que me fuera a decir. Y yo de este lado, casi como si tampoco quisiese que llegara. No todavía. No tuve tiempo de divertirme. Pero alguien está conmigo y no soy, y algo tengo que hacer al respecto. Dejo una nota [otra] diciendo que si alguien más me encuentra, sepa que tiene mi completa autorización para serme. Que sea lo que vaya a ser, y suerte con eso.