9

Consigna día 9: Luna Miguel


09/07/07

En algún lugar de Quilmes


A la terrícola agrícola:

     ¿Vos podés creer que se largó a nevar?. Te lo juro, agarré el cuaderno y la lapicera para escribirte. Puse la dedicatoria y cuando miro por la ventana de mi pieza veo que está nevando. Ahora mismo estoy con Crónica en mute mientras a escasos centímetros mío nieva por primera vez en casi noventa años. Lo más loco es que cuando leas esto te vas a poder acordar exactamente qué estabas haciendo en el preciso momento en que yo la escribía.

     Bueno, ¿cómo estás?. Momento histórico, ¿no?. La verdad es que mientras escribo pienso en vos y una parte de mí quiere dejar de hacerlo; o postergarlo una vez más. Pero si estás leyendo significa que esta vez me decidí a terminar esta carta  y a dártela. Momento, se me acaba de ocurrir dejártela en el buzón con alguna descripción graciosa, como que es del FBI o la NASA pidiendo por vos o algo por el estilo. Disculpame si divago… pero esto de la lapicera tiene un poco de eso. A vos porque te gusta más escribir en la compu que borrás y editás como querés, sin tachones o borroneadas. Yo por el contrario escribo en papel y va quedando lo que se me ocurre en el momento. Pero eso no quiere decir que el contenido de esta carta sea improvisado. Quizá el cómo sí lo sea (desde ya no planeé la nevada). Lo que digo, lo que estoy tratando de decir… es algo que probablemente ya te hayas imaginado. Estoy seguro de que es algo que también estuvo rondando por tu cabeza. ¿Y quién sabe si no estás escribiendo y borrando, y escribiendo y borrando, una carta como esta ahora mismo? ¿O en momentos pasados? ¿Tal vez futuros?. Sabés de lo que hablo… no quiero que te pongas mal. De todas las personas en el mundo sos la única que no quiero que sufras nunca, por lo menos no por mí. O por nosotros. Pero estoy seguro que sí estás sufriendo. Y yo también lo estoy. Pero alguien tiene que decir las cosas por su nombre y no importa que siempre todo lo que nos rodee esté plagado de las más mágicas e increíbles experiencias. Como ahora, cuando me decido a escribirte esto y se larga a nevar en Quilmes como no pasaba hace noventa años. Quién sabe si no nos seguimos siempre en distintas vidas y hace noventa años estábamos teniendo una conversación como esta; con otros cuerpos, otras vidas, pero nosotros. Si eso fuera cierto, nos abre una luz de esperanza a reencontrarnos en un futuro, ¿no?. En otra vida, tal vez las cosas fueran diferentes… No llores, por favor no llores. No puedo con esa culpa. Supongo que por eso no puedo hacer otra cosa que escribirte. A parte así había empezado todo, ¿no?. Con una carta tuya en un recreo… Yo todavía no puedo creer que nieva. Algún día me gustaría mucho que pudiéramos volver a vernos y me contaras qué estabas haciendo el día que nevó. ¡Ya sabés lo que estaba haciendo yo! Viendo Crónica. Espero haberte sacado una sonrisa con eso. Prefiero imaginarlo al menos. Vos sabés que te quiero mucho, que siempre te voy a querer y a estar para vos cuando sea lo que necesites. Y estoy seguro de que algún día podríamos llegar a ser grandes amigos; jugar al Counter [me vas a tener que enseñar]. Pero es momento de esto, de que las cosas cambien, de que nieve. Y creo que los dos lo sabemos. Lo único que te pido es que no me respondas por favor, no ahora por lo menos. Cuando sea el momento, lo vamos a saber. Por ahora solo me resta decirte que te cuides, que te cuides mucho. Porque sos muy valiosa, para mí y para mucha gente y nada malo tiene que pasarte, ¿escuchaste?. Porque no voy a volver a cagarte a pedos, aunque quiera. En fin… te quiero. Te quiero mucho, muchísimo, y también te amé. Eso lo sé, y vos también. 

     ¡Cuidate!

                     Hasta siempre, Alex.



PD: Espero que te hayas acordado de sacarle fotos a la nieve.

PD 2: Yo algunas le saqué =D