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Consigna día 1: Manuela Martínez 

To: lalocalucii86@hotmail.com

Subject: Rami, del día que se inundó el Normal 3

Hola Luci, ¿cómo estás tanto tiempo?

Si te acordás de mí seguro te va a parecer muy loco que te escriba después de tantos años. Y si no, te va a parecer más loco aún.

En el 2003 si no me equivoco hubo un par de semanas a mitad de año que no paraba de llover con todo. Y un día de tormenta se llovió tanto el colegio que el agua bajaba por las paredes que daban a la escalera y el patio. Con mis amigos dibujamos con lapicera los contornos para que después quedaran ilustradas las siluetas de las cascadas. Estuvieron ahí mucho tiempo hasta que pudieron pintar, ¿te acordás? Seguro lo viste en el patio, aunque no sé si sabías que habíamos sido nosotros. Lo que pasa es que después de la clase no volvimos a hablar, solo nos saludabamos si pasábamos cerca. Ese día se inundó la parte de abajo del Normal y tuvieron que re agrupar a esos cursos en los pisos de arriba. Así fue como llegaste a mi clase de Lengua junto a otros refugiados. Y como hacía poco que me había peleado con Martín me estaba sentando solo en el fondo en esos días. 

Bueno, supongo que a esta altura ya te habrás acordado de mí. O por lo menos de ese día. Pero lo loco de verdad es cómo me acordé de vos y me dieron ganas de escribirte. Ese día la profe nos obligó a hacer un trabajo con nuestro compañero de banco. Si no hubiese llovido tanto seguramente lo habría terminado haciendo solo, o con Lean y Monti que se sentaban adelante. Pero ese día llovió peor que todos los anteriores. Y así fue que tuvimos que escribir una historia entre nosotros dos. ¿Te acordás cómo era? Yo no me acordaba hasta hoy. Sí me acordaba de vos. Y de que al principio los dos estábamos muy tensos porque no nos conocíamos. Yo ni siquiera estaba muy acostumbrado a hablar con chicas. Y vos marcaste mucha distancia de entrada contando innecesariamente más de una vez que tenías novio, uno de último año. ¿Pero te acordás cómo nos reímos después? No sé si fue porque éramos adolescentes y uno en esa edad se sorprende de cualquier cosa, pero pocas veces en mi vida recuerdo haberme reído tanto como esa mañana cuando inventamos la Historia del Hombre Cojo. La profe nos mandó a callar y todo. Y ahí la cosa se puso peor porque algunos nos empezaron a decir cosas. Y vos te pusiste muy seria. Y yo no podía volver a hablar.

Resulta que actualmente yo escribo, me sigue interesando lo de ser escritor. No sé si te acordás que lo hablamos (¿vos estás pintando?). Lo que pasó hoy es que salí a dar una vuelta para ver si se me ocurría algo para avanzar con una historia y en la plazoleta de la vuelta de mi casa vi renguear a un hombre exactamente igual al que habíamos descrito en el trabajo que hicimos para Lengua. ¿Lo podés creer? ¡Entonces se me vino de golpe nuestra historia! Fue como una ola que me cayó de enfrente (o una de las cascadas del Normal). Corrí a casa a buscarla en la caja de las cosas del secundario que me tiró mi vieja por la cabeza. Y ahí estaba. En la misma hoja donde había anotado tu mail. La verdad es que al leerlo no me pareció tan bueno como lo recordaba, pero seguía siendo divertida. ¿Te interesa que te la escanee y te la mande? No te prometo trascribirla fielmente porque la verdad es que tu letra no es mejor que la mía. Y eso que quedamos en que escribías vos porque tenías mejor letra. Entonces vi tu mail y pensé en escribirte. Mirá… es raro. Muchas veces pensé en hablarte la verdad. No sé si a vos te pasó algo parecido, mi recuerdo es que parecía que sí. Pero después en los recreos y en la salida te veía siempre con tus amigas, y tu novio de quinto. No me parecía haber calado tanto como para acercarme como amigo. Entonces nunca lo hice. Pero vos tampoco, así que siempre me pareció lo más razonable. Sin embargo ese día, luego y antes de los momentos de tensión (lo del medio, la Historia del Hombre Cojo), ese día yo sentí algo entre nosotros. Y cuando me pasaste tu MSN, ahora solamente tu mail, me pareció que entonces realmente había algo ahí. Pero lamentablemente nunca hablamos. Después de la escuela, solo te veía ahí conectada. Y al igual que en los recreos, no hablamos nunca. Luego un día el MSN dejó de funcionar y ya no pude encontrarte en nada de lo que hoy entendemos como red social. Sé que pasaron casi 18 años... ¿pero no te acordás de ese día? Después de ese día, ¿no volviste a desear tener un día como ese? Aunque sea una parte de un día, no estaría mal, ¿no? Tal vez estoy flasheando, y estaba flasheando entonces. Pero pienso que un mail no lastima a nadie y no tenía ganas de acordarme de nuestra historia y no escribirte, finalmente. Quizá estés pensando que soy un psycho por estar escribiendo algo tan extenso después de tantos años, por solamente haber cruzado unas miradas silenciosas (sin desmerecer al Hombre Cojo).

Tal vez simplemente me pareció. Pero como estoy cada vez más grande y las cosas cada vez me importan menos me pareció no tan terrible escribirte para saber cómo estás. Era ese el sentido de este mail en realidad, lo que dije en la primera oración: ¿cómo estás?. Qué bueno hubiese sido que entonces las cosas me importaran menos. Debería ser al revés, ¿no te parece? Uno de joven es más estructurado, más cerrado en algunos aspectos. Y es cuando uno se va haciendo un poco más viejo que las cosas se relativizan. Tal vez es la experiencia de vivir la que nos muestra tantas cosas de esas de las que uno no puede salir de su asombro que entonces todo lo que antes te parecía un hecho inquebrantable, ahora ya no lo es tanto. Bueno, no sé si será muy tarde, pero quería quebrar el muro de mi silencio. 

¿Cómo estás, Lu?

Bueno, no estás obligada a responder esto. Pero si tenés ganas de hacerlo, me coparía mucho la verdad.

No sé cómo cerrar el mail, así que no voy a decir nada más.

Te mando un saludo y espero que la vida haya sido buena con vos todos estos años.

Rami.

(agregado)

PD: Me acaba de rebotar el mail y ahora no sé si es porque ya no usás esta cuenta, porque lo anoté como el orto o porque me diste mal tu mail desde el principio. No sé ahora si todo esto tiene algún sentido. Por lo pronto va a quedar en “Drafts”. Voy a probar con gmail.com.