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Danilo y Sebastián casi se atropellan al entrar a la oficina destinada a las calls. Ambos hacen el ademán de dejar pasar al otro, pero termina entrando Danilo que era quien llevaba la computadora. Instalan la laptop y la conectan a ethernet. De pronto se miran como para continuar una conversación que venía de antes.


- … sigo pensando que debería empezar yo - dice Sebastián, mientras Danilo prende la compu.

- Sebas, ¿vos me estás cargando? Primero que ya lo hablamos. Y segundo: ¡es mí idea! Yo sé que eso tal vez a vos te pone medio celoso…

- Primero que yo no me pongo celoso de vos, nene; hace cinco años que hago tu trabajo. Y segundo: yo armé la presentación. Este es un cliente de una cuenta que conozco hace años y sé exactamente cómo venderle una idea.

- Sí, pero las que le vienen gustando últimamente son las mías…


Suena la llamada entrante de Skype. Sebas y Danilo se disponen el uno al lado del otro, se peinan y aclaran la garganta al mismo tiempo. Respiran profundo y chequean que no haya pasado un minuto en todo eso como para poder atender en horario. Se miran. Danilo acepta la videollamada. Sebas levanta la mano para saludar, pero Danilo se le adelanta tomando la palabra.


- ¡Miguens!, ¿cómo le va?

- ¡Hola Danilo, Sebas! ¿Cómo anda esa dupla creativa?


Danilo y Sebas cruzan una mirada de costado.


- Bien, ¡muy bien! - Dicen casi al unísono Sebas y Danilo.

- Perdón que les haya pasado la reunión a la tarde, pero fue un día de locos acá…

- No se preocupe, Miguens. Estamos para servirle - dice Danilo.


Sebas sostiene una falsa sonrisa y sonríe profundamente sin dejar de mirar a su cliente. Danilo está por continuar, pero Sebas lo interrumpe esta vez.


- Bueno, queríamos saber si había tenido tiempo de leer la presentación que le pasamos…

- Sí… - se acopla Danilo - sobre todo queríamos saber si le había gustado la idea…


Danilo le dedica una breve mirada sonriente a Sebas, quien no dejaba de mirar a la pantalla.


- Sí, claro. La idea me encantó…


Danilo vuelve a mirar a Sebas y le palmea la rodilla.


- ¿Le encantó la idea…? ¡Qué bueno! - sonríe a Miguens.

- Sí, claro. Siempre me encantan las ideas que nos mandan. Son la mejor agencia creativa, yo siempre lo dije…

- ¿No me diga? - Sebas retira la mano de Danilo de su rodilla mientras sonríe a Miguens -. ¡Siempre son muchas veces!


Miguens echa a reír y Danilo y Sebas le siguen sin dejar de dedicarse miradas de reojo. 


- … volviendo a esta idea que le gustó… - retoma Danilo.

- … como todas nuestras ideas....

- Sí, claro - cierra Danilo. - Sobre esta idea, queríamos saber si tenía comentarios.

- Sobre la idea en sí no… - destaca Miguens - Sí tengo algún comentario sobre la presentación.


Danilo ahora aprieta la rodilla de Sebas sonriendo ambos a la pantalla.


- Yo creo que es muy positivo que podamos avanzar con la idea de la campaña - retoma Danilo. - La presentación es algo secundario, podemos corregir desde ya. Escuchamos sus comentarios…

- Bueno… yo no diría que la presentación es algo secundario… - responde Miguens. - Tal vez vos sos un poco joven todavía, pero con el tiempo te vas a dar cuenta de la importancia de las formas.


Sebas empieza a apretar ahora la rodilla de Danilo sin que éste deje de apretar la suya.


- Totalmente, Miguens - acota Sebas. - El contenido no sería nada sin las formas.

- … y como éstas formas no le gustaron... - retoma Danilo. Lo escuchamos para ver qué le gustaría cambiar de la presentación que le envió Sebas.

- Bueno… voy a ser honesto con ustedes, chicos. Porque me caen muy bien y son muy piolas los dos. Siempre con buena onda, que es lo más importante. 


Sebas y Danilo dejaron de apretarse sendas rodillas, pero mantenían la tensión en sus rictus.


- Lo que nos pasa como cliente - continúa Miguens - es que no podemos hacer una apuesta económica como esta en este momento. Por más que esté muy buena la idea…


Sebas y Danilo se quedan congelados por un momento.


- ¿Usted quiere que cambiemos la idea? - pregunta Sebas.

- No, no me malinterpreten… - responde Miguens - La idea nos encantó. Solo… que está un poco fuera de nuestro presupuesto en este momento...


Ambos creativos publicitarios empiezan a fruncir el entrecejo.


- ¿Entonces nos está pidiendo que mantengamos la misma idea, pero que adaptemos su formato para que sea menos costoso? - pregunta ahora Danilo.

- Sí… - continúa Miguens. - estaba esperando que lo que pudiéramos adaptar era el presupuesto.

- Claro… - responde Sebas - pero el presupuesto refleja esta idea que tenemos en este formato que pensamos…

- ¿Usted quiere lo mismo pero más barato? - Se apresura Danilo.

- ¡Exacto! - exclama Miguens - ¿Cómo lo ven?


Sebas y Danilo vuelven a mirarse, ahora con complicidad y un poco de fastidio.


- Bueno… - empieza Sebas cortante.

- La verdad es que no depende de nosotros… - continúa Danilo.

- Denos algunos días y volvemos con usted… - Sebas quiere cerrar la charla.

- Bueno… pero, ¿podemos seguir con la reunión y ver la presentación? - pregunta Miguens.

- Mmmm... - empieza cortante Danilo. - Tal vez sea mejor que volvamos a hablar cuando tengamos respuestas del presupuesto. ¿Qué te parece Sebas?

- Sí, Dani. Me parece lo más ordenado.

- Pero yo moví una reunión importante para estar hablando con ustedes en este momento - se enfada Miguens.

- Sí, justamente por eso - dice Sebas. - Así lo hablamos ya ajustado y nadie pierde el tiempo, ¿no le parece?


Miguens no llega a responder.


- Bueno… un gustazo, Miguens… - va cerrando la charla Danilo.

- Estamos en contacto - lo saluda Sebas.

- Pero…


Sebas corta la videollamada cortando a Miguens. Danilo se agarra la cabeza y dice:


- ¡Qué pérdida de tiempo!

- ¡Qué rata!

- Siempre lo mismo, Sebas. Traete nuevos clientes.

- Vos traete algún cliente alguna vez. O por lo menos traete un café y vemos algo en la compu. Total si estamos acá, en la oficina van a pensar que estamos en call.

- Dale, ¿cortado, azúcar?

- Ambas.

- Ya vengo.


Danilo sale. Y sebas entra a su cuenta de Netflix buscando algo interesante.